El Proyecto de desarrollo urbano integral propone urbanizar un macizo de tierra ubicado en la ciudad de Tandil, en el área complementaria de la Circunscripción I de Tandil, hacia el Nordeste, coincidente con los vectores de desarrollo planteado por el Plan de Desarrollo Territorial (PDT).

Se trata de un sector de ciudad en proceso de consolidación, denominado en el PDT Residencial extraurbano. 

El PDT del Municipio de Tandil rige la planificación y gestión urbana y rural del ejido del Municipio de Tandil, establece los principios y las estrategias de actuación territorial,  los programas y proyectos de acción, regula el uso, ocupación, subdivisión y equipamiento del suelo y determina el  sistema de gestión territorial.                  

El área urbana de la ciudad se ubica en la ladera del sistema serrano de Tandilia, que recorre el arco SE – SO, y se extiende hacia el Norte, limitando hacia el NO con la RP 30 y hacia el NE con Circunvalación, atravesada por la RN 226, que en el proyecto de intervención se prevé mantener la traza actual y diferenciar por nivel la continuidad urbana respecto de la ruta. 

Ubicadas en un área de expansión urbana de la ciudad de Tandil, en consonancia con el Plan de Desarrollo Territorial del partido, denominada Residencial Extraurbano II, son dos manzanas típicas del área a completar.

Actualmente el entorno se encuentra en proceso de consolidación, con uso predominantemente residencial de baja densidad (una vivienda por parcela), predominando aun el vacío por sobre el lleno. 

En el estudio de la propuesta se aborda tres escalas; urbana, barrial y vecinal como sucesivas aproximaciones a la escala del desarrollo.

La geografía del área se caracteriza por un perfil de llanura como continuidad del pedemonte del sistema de sierras de Tandilia, lugar donde se asienta la ciudad consolidada.

La ocupación se caracteriza por el predominio del vacío de un ejido que se manifiesta por la apertura de calles en geometría de chacra o quinta aun, en otros casos por amanzanamientos que se corresponden con distintas urbanizaciones con uso predominantemente residencial de baja densidad (una vivienda por parcela) llevadas a cabo por asociaciones civiles, con sus correspondientes infraestructuras. 

El área linda al noreste con el área rural y al sudoeste con el sector de ciudad consolidada, el carácter infraestructural de la RN 226 se presenta con usos terciarios de servicios y también comercial de carácter barrial.

La propuesta se encuadra en los requerimientos de la Ley de Acceso Justo al Hábitat, en cuanto a dimensiones de parcelas a partir de re-geometrizar la manzana en dos medias manzanas, proponer indicadores urbanos, apertura de calles y planteo de infraestructuras, espacio verde público y reserva para equipamiento comunitario.

Se trata también de encontrar equilibrio ambiental desde las formas de ocupación en la parcela, a través de las tipologías, como en la superficie de suelo permeable, sea de dominio privado o público, donde se prevé veredas con solados en la mitad del ancho previsto y la otra mitad de superficies drenantes, permeables con vegetación nativa y la disposición de arbolado público urbano a razón de un ejemplar por ancho de parcela. La apertura de calles y tratamiento de aguas pluviales a través de la construcción cordón cuneta, sumideros, eventualmente ductos para su encausamiento, en el contexto del entorno hídrico. Y la reserva para espacio verde pública pensada desde el paisaje hídrico.

En cuanto a las características o el carácter del Barrio y sus consecuencias arquitectónicas, merece destacarse aquí la combinación propuesta de urbanismo clásico, proveniente del área de estudio y urbanismo de ciudad jardín, tendencia propia del crecimiento del entorno próximo.